Rebeca: ¿Qué sucede cuando tomamos el control?

Por Rebeca Díez - Devocional 27 de julio 2025.

Devocional de hoy

Rebeca: ¿Qué sucede cuando tomamos el control?

Una mujer favorecida por Dios

Rebeca fue favorecida por Dios desde el principio. Su nombre refleja belleza y agrado, y en Génesis 24 se nos muestra como una joven fuerte, trabajadora y de noble corazón. Su disposición a dejar todo atrás y responder “sí, iré” demuestra fe y sumisión al propósito de Dios. Fue elegida para ser la esposa de Isaac, y sobre ella se pronunció una bendición poderosa:

“Sé madre de millares de millares, y posean tus descendientes la puerta de sus enemigos.”
(Génesis 24:60)

De la fe al temor

Sin embargo, su historia toma un giro inesperado. Después de diecinueve años de espera y esterilidad, la desesperación comienza a perfilar una nueva versión de Rebeca. Ya no es solo la dulce joven, sino una madre que lucha internamente. Aún así, Dios escucha su clamor y le revela que tendrá dos hijos, y que el mayor servirá al menor. Esta palabra profética la conecta con Dios y desarrolla en ella discernimiento espiritual.

Cuando decidimos tomar el control

Pero con el tiempo, Rebeca se transforma en una mujer que decide actuar por su cuenta. Al ver que Isaac favorecía a Esaú, temiendo que se cumplieran planes contrarios al propósito divino, decide tomar el control. Así, en lugar de confiar en que Dios cumpliría lo que dijo, organiza un plan para que Jacob obtenga la bendición por medios engañosos.
Esto no solo divide a la familia, sino que genera consecuencias profundas: Jacob huye por veinte años, Isaac es traicionado, y Rebeca nunca vuelve a ver a su hijo favorito. ¿Qué pasó con aquella mujer de fe, pura y valiente?

“La mujer sabia edifica su casa, mas la necia con sus manos la derriba.”
(Proverbios 14:1)

Al decidir tomar el control, Rebeca destruyó lo que Dios había formado.

El reflejo en nuestras propias decisiones

Muchas veces, cuando las cosas parecen torcerse, hacemos lo mismo. En lugar de esperar que Dios actúe, creemos que Él necesita ayuda. Apuramos procesos, manipulamos situaciones, justificamos decisiones poco rectas con la frase “todos lo hacen.” Nos engañamos pensando que no es tan grave… solo queremos evitar el sufrimiento. Pero al hacerlo, enseñamos hábitos contrarios a la verdad, con manipulaciones y mentiras, rompemos la paz familiar, y abrimos puertas que luego lamentamos.

La debilidad de Isaac

Isaac también tenía sus debilidades. Dominado por sus apetitos, ignoró los errores de Esaú, incluso sabiendo que había despreciado su primogenitura y se había casado con mujeres impías. En lugar de atender a la palabra profética dada a Rebeca, decide bendecir a Esaú. Ambos padres cayeron en favoritismos y actuaron por criterios personales, no por obediencia.

Dios no necesita nuestra ayuda

Cuando perdemos la visión de Dios, el corazón toma decisiones apresuradas. Y cuando tomamos las cosas en nuestras manos, aunque sea por buenas intenciones, las consecuencias pueden ser dolorosas y duraderas. Dios no necesita nuestra ayuda para cumplir sus promesas: solo necesita nuestro corazón confiado, nuestra obediencia y nuestra espera.

Paso práctico para hoy:

¿Hay alguna situación donde estás tratando de ayudar a Dios tomando el control? Detente, ora, y entrégale tus preocupaciones. Dios es capaz de cumplir lo que ha prometido, sin tácticas humanas ni atajos. Espera que Él obre, que Él responda.

Oración final

Señor, enséñanos a confiar en tus tiempos y tus maneras. Líbranos de tomar el control por miedo o desesperación. Haznos personas sabias que edifican con fe y no destruyen por impaciencia. Que aprendamos de Rebeca y vivamos según tus propósitos, esperando con esperanza. Amén.