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No Pierdas La Fe
Por Lorenzo Chico - Devocional 1 de octubre 2025.

Devocional de hoy
No Pierdas La Fe
Testimonio de Pablo
Voy a seguir a Jesús! 1 Timoteo 1:12 en adelante, Pablo está explicando su experiencia en diferentes áreas de su vida y cómo todo ello es por la gracia y la misericordia de Dios.
Doy gracias al que me fortaleció, a Cristo Jesús nuestro Señor, porque me tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio, habiendo sido antes blasfemo, perseguidor e injuriador. Más bien, recibido la misericordia, porque lo hice por ignorancia, en incredulidad. Pero la gracia de nuestro Señor fue más abundante con la fe y el amor que es en Cristo Jesús.
1 Timoteo 1:12-14
Pablo seguía identificándose no merecedor de esa gracia divina y de esa misericordia y ese ejemplo y testimonio, tenemos que coger el relevo de Pablo y de otros hermanos y estar ahí siempre, porque a veces, sin muchas palabras, se llega más a las personas que con muchas palabras.
La importancia de la fe
El ejemplo de Pablo en este pasaje menciona en varias ocasiones la fe, esa fe tan necesaria para la vida del creyente y esa fe, para lo que está por venir, más que nunca la vamos a necesitar, para que no seamos de los que dicen: “es que he perdido la fe”, porque si perdemos la fe, perdemos el escudo que necesitamos para pagar los dardos del enemigo, que son tantos.
El enemigo disfrazado
A veces el enemigo entre nosotros, nos tira dardos y nos da por todos los lados, viene disfrazado en forma de chisme, en forma de crítica, en forma de humanismo… pero realmente necesitamos más que nunca la fe, si queremos seguir a Jesús.
Yo voy a seguir a Jesús porque los tiempos cada vez van a ser más complicados, más difíciles y si no ejercitamos la fe, primeramente a nivel interno, a nivel personal, familiar, de trabajo, en lo más cercano, a nivel de iglesia, de congregación…
Perseverar en medio de la congregación
También es el enemigo que se mete en las congregaciones para crear división, crear malestar y no podemos decir: “es que no me siento bien y dejo de ir y voy retrocediendo”, pero tú y yo no somos de los que retrocedemos.
No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
Hebreos 10:35-36
Estos versículos son un llamado claro a que perseveremos, a que confiemos. Y la fe es confiar. El Señor cuida mucho y tiene muy en cuenta el perseverar, el aguantar, el resistir.
Los jóvenes y los mayores a veces quieren todo rápido, empiezan una cosa y como tarda mucho, lo dejan a medias. Pero esta es una carrera que solo el Señor sabe dónde está la meta de cada uno.
Mirando a Jesús
La fe es mirar a Jesús, verle y decir: “qué poco me queda ya, qué poco me queda para estar contigo por la eternidad”. Eso te da fuerzas para seguir adelante, aún con problemas y dificultades.
La fidelidad de Dios
En medio de las adversidades y confiando nuestra vida presente y futura en las manos del Señor, hasta ahora, Dios ha sido fiel y a partir de ahora seguirá siendo fiel, porque Él no cambia.
El Señor nos sigue invitando: “¡Ánimo, adelante, no vayas para atrás, sigue!” A veces más lento, a veces más rápido, pero siempre hacia adelante.
La recompensa de la fe
No perdáis vuestra confianza, no perdáis vuestra fe, porque tenemos una esperanza segura: el regreso de Cristo. Esa confianza tiene grande galardón: la vida eterna.
Hebreos 6:10-12 nos recuerda que Dios no olvida vuestro servicio, vuestra generosidad ni vuestro trabajo de amor.
Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza, a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
Hebreos 6:10-12
Cristo vuelve pronto, y que seamos de los que tienen fe viva, activa, perseverante. Ejercitemos la fe, cuidémosla, alimentémosla.
Conclusión
No perdáis vuestra fe y confianza,
por dura que sea la situación que vivamos,
tenemos una esperanza segura:
¡el regreso de Cristo!
Aún un poquito y Él ha de venir,
vendrá y no tardará…
¡Maranatha!
