No mirar atrás: Vivir con Dios cada día

Por Daniel Díez - Devocional 21 de agosto 2025.

Devocional de hoy

No Mirar Atrás: Vivir con Dios cada Día

Buscar a Dios en todo momento

"Qué bueno es buscar al señor desde la mañana. De día y de noche meditaré en su palabra". Este anhelo de tener a Dios en el corazón debe extenderse más allá de la iglesia, en el día a día, para que Su palabra sea "luz a nuestros pies para no tropezar". La búsqueda constante de Dios asegura que Él obre en nuestra vida, incluso en las dificultades.

Renunciar al ego para dar fruto

Reflexionando sobre 30 años de ministerio en Radio Solidaria y Solidaria Televisión, recuerdo cómo una visión pequeña, con pocos recursos pero mucha ilusión, dio fruto por la fidelidad de Dios: "Vemos que el Señor nos ha llevado a lugares que no teníamos ni imaginados".

"Si el grano de trigo no cae a la tierra y muere, no puede dar fruto", renunciando a deseos personales por los proyectos de Dios es en nuestro beneficio: "Todo lo que sea obrar en beneficio de Dios y del prójimo es en nuestro beneficio". En cambio, actuar por interés propio, nos aleja de Dios, dejándonos a nuestra suerte.

Vivir con Dios, incluso en lo malo

Estar con Dios, aun en dificultades, es mejor que prosperar sin Él: "Yo prefiero que me vaya mal en manos de Dios, que me vaya bien apartado de él". Las luchas y padecimientos son temporales, y para quienes aman al Señor, "todo obra para bien".
Esta esperanza diferencia a los creyentes del mundo, que viven sin esperanza y atemorizados: "El amor de Dios echa fuera el temor". El temor paraliza, pero Dios quiere que estemos en movimiento, no estancados: "El agua estancada no mueve molino".

No mirar atrás, ni para lo bueno ni para lo malo

Nunca mires atrás, ya sea para enorgullecerse de logros o lamentarse por pecados pasados. Israel, tras ser liberado de Egipto, anhelaba los alimentos de su esclavitud: "Se acordaban del pescado que comían en Egipto, de los pepinos, los melones, los puerros, cebollas y ajos".
Esta actitud refleja un corazón no transformado, que desea volver a pecar: "No hay peor cristiano que el que está mal arrepentido".
Jesús, en Lucas 9:62, enseña que "ninguno que poniendo su mano en el arado mire hacia atrás, es apto para el reino de Dios".
Mirar atrás, incluso a logros, es perder el enfoque: "Mi currículum no le va a impresionar a Dios". El pastor cita a Pablo en Filipenses 3, quien, a pesar de sus logros, dice: "Olvidando ciertamente lo que queda atrás, prosigo a la meta".

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

Filipenses 3:13

Transformación del corazón por el Espíritu Santo

El verdadero cambio viene del Espíritu Santo, que transforma los deseos del corazón: "Dios quiere cambiar nuestro corazón".
Sin esta transformación, los deseos pecaminosos persisten, como codiciar lo ajeno, lo cual es pecado desde el pensamiento. Luchemos contra la tibieza e hipocresía: "Más te valía ser caliente o frío, porque a los tibios les vomitará de su boca".
Un corazón conforme a la voluntad de Dios actúa por amor, respetando y siendo fiel, sin fantasear con el pecado: "Si yo amo a mi esposa, la voy a respetar, voy a ser fiel a ella siempre".

Elegir a quién servir

Leemos Josué "Escoged a quién servir". Todos servimos a alguien, ya sea a Dios o al mundo: "Yo y mi casa serviremos al Señor".
Seguir a Jesús implica sacrificio, no promesas de comodidad, como se ve en Lucas 9:57-62, donde Jesús responde a quienes quieren seguirlo pero con condiciones: "El hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza".
El compromiso con Dios debe ser total, sin mirar atrás ni excusarse en el pasado o en sentimentalismos.

Yendo ellos, uno le dijo en el camino: Señor, te seguiré adondequiera que vayas. Y le dijo Jesús: Las zorras tienen guaridas, y las aves de los cielos nidos; mas el Hijo del Hombre no tiene dónde recostar la cabeza. Y dijo a otro: Sígueme. Él le dijo: Señor, déjame que primero vaya y entierre a mi padre. Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú ve, y anuncia el reino de Dios. Entonces también dijo otro: Te seguiré, Señor; pero déjame que me despida primero de los que están en mi casa. Y Jesús le dijo: Ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios.

Lucas 9.57-62

Afrontar la lucha diaria con Dios

La vida cristiana es una lucha diaria: "Cada día me levanto, cada día tengo que orar, cada día tengo que ponerme firme en el señor".
Las pruebas son inevitables, pero con Dios son llevaderas: "Yo prefiero afrontar los problemas con la ayuda del señor que enfrentarlos solo".
Salmo 56, "En el día que temo, yo en ti confío", la confianza en Dios supera el temor humano. No debemos preocuparnos por la opinión de los hombres, sino agradar a Dios, quien nos va a completar en Cristo.

En el día que temo, Yo en ti confío.

Salmo 56:3

Llamado a mirar hacia adelante

No nos gloriemos en logros ni nos avergoncemos del pasado, sino "Miremos hacia adelante, no miremos para atrás ni para lo bueno ni para lo malo".
Dios borra nuestros pecados: "Aunque fueran rojos, como el carmesí, blancos como la nieve quedarán".

Oración

Señor, que nunca apartamos nuestra mirada de ti. Reconocemos nuestra debilidad, pero confiamos en tu fidelidad: "Sabemos que tú, Dios mío, eres fiel. Ayúdanos, Padre, en todo momento".