Eva: ¿Qué aprendemos de la primera mujer?

Por Rebeca Díez - Devocional 18 de julio 2025.

Devocional de hoy

Eva: ¿Qué aprendemos de la primera mujer?

Eva fue la primera mujer, la madre de todos los vivientes, llamada así porque sería la dadora de vida. Su creación misma refleja la intención y el diseño de Dios para la mujer.

1. La mujer: creada con un propósito especial

Hay una belleza simbólica y admirable en la forma como Dios creó a la mujer.
Fue formada del costado de Adán, no de su cabeza para dominarle ni de sus pies para que fuese pisoteada, sino del costado, bajo el brazo para ser protegida, cerca del corazón para ser amada. Esta imagen tan simbólica revela el lugar especial que Dios le dio.
Dios la preparó, y luego la presentó al hombre. Él estaba solo. Dios sabía que él necesitaba ayuda idónea.

Génesis 2:18
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.

Génesis 2:21-22
Entonces Jehová Dios hizo caer sueño profundo sobre Adán, y mientras este dormía, tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar.
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

2. Dios la trajo al hombre

Dios “la trajo al hombre”.
Esta secuencia también enseña a las mujeres solteras: no se trata de buscar desesperadamente al compañero. ¡Cuán necesario es permitir al Señor que te prepare! Cuando estés lista, ten la seguridad de que Dios te presentará a tu compañero para toda la vida. Él sabe exactamente qué y a quién necesitas, y cuándo, y Él será fiel.

Génesis 2:22
Y de la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre.

3. Carne de su carne

Adán reconoció de inmediato lo especial de Eva. Era del mismo tipo humano, pero con la capacidad de dar vida.

Génesis 2:23
Dijo entonces Adán: Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne; ésta será llamada Varona, porque del varón fue tomada.

4. El segundo nombre: Adán

Más adelante, Génesis 5 revela que ambos fueron llamados Adán.
Ambos, Adán y Eva fueron llamados Adán. Una mujer toma el nombre de su esposo. Esto muestra el propósito de Dios de hacerlos uno solo. Dos personas con un solo nombre y un mismo llamado, una unión que no debía disolverse.

Génesis 5:2
Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron creados.

5. El tercer nombre: Eva, madre de los vivientes

Fue luego del pecado que Adán la nombró Eva, reconociendo su rol como madre de todos los vivientes. No la llamó con un nombre que simbolizara muerte, sino vida, sabiendo que la simiente de la mujer traería salvación. Aunque fue por ella que entró el pecado, también por ella vendría el Redentor.

Génesis 3:20
Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva; por cuanto ella era madre de todos los vivientes.

Génesis 3:15
Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar.

6. La primera esposa y su rol espiritual

Eva fue la primera en ser llamada una esposa, porque Dios dijo que no era bueno que el hombre estuviera solo.
Su función era ser buena para su esposo, mujeres espirituales llenas de sabiduría y espíritu de servicio.


La serpiente, sutil y astuta, no pidió a Eva abiertamente que pecara. Usó fascinación, halagos y mentiras bien envueltas. Eva, siendo débil, creyó las mentiras y respondió a la tentación. El pecado nació de la codicia que surgió en ella. Desde entonces, la humanidad ha buscado cubrir su pecado, como lo hicieron Adán y Eva con hojas de higuera.

Génesis 3:1-5
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer;
pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis;
sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Génesis 3:7
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.

Redención y propósito en medio de la caída

La caída vino a través de Eva, pero también la redención. María, una descendiente, trajo al Salvador.
Aunque Satanás usó a Eva para traer destrucción, Dios usó a una mujer para traer vida eterna.
Y así, la historia de Eva nos enseña que, aunque somos vulnerables, también somos portadoras de propósito y redención.
Su influencia sobre Adán fue tan fuerte que él eligió agradarla antes que obedecer a Dios. Esta influencia femenina sigue siendo poderosa. Por eso es esencial que se ejerza bajo la guía de Dios y no de la carne.

Vigilancia espiritual y dominio propio

Él es el Buen Pastor, y si nosotras seguimos tras Él, no seremos seducidas por la tentación.
Recuerda, somos atraídas por nuestra propia concupiscencia que lucha en los miembros de nuestro cuerpo.
Debe haber algo en nosotras que responde a la tentación. Por eso, debemos ser cuidadosas cuando nuestros ojos comienzan a desviarse, o comenzamos a desear o anhelar algo.

Santiago 4:1
¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, las cuales combaten en vuestros miembros?

Oración Final:
Señor, que aprendamos del testimonio de Eva, reconozcamos nuestra debilidad. Guárdanos de caer, líbranos del engaño y la necedad, y ayúdanos a ser de influencia pero con tu sabiduría. Que nuestros deseos sean según tu voluntad, y que nuestra vida refleje tu redención.