¿Dónde está el contentamiento verdadero?

Por Luis Dos Santos - Devocional 14 de julio 2025.

Devocional de hoy

¿Dónde está el contentamiento verdadero?

En 1ª Timoteo 6, tres palabras clave se destacan poderosamente: piedad, alegría y contentamiento. El versículo 6 declara:

“Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar.”

La alegría y el contentamiento están ligados profundamente. No dependen de las circunstancias externas, sino de una paz interior, una plenitud que proviene del Espíritu Santo, quien vive en nosotros, llena, consuela y sacia toda necesidad.

La medicina del corazón alegre

En Proverbios 17:22 leemos:

“El corazón alegre constituye buen remedio; mas el espíritu triste seca los huesos.”

Discernir las diferentes tristezas es esencial: muchas provienen de la carne, de la naturaleza humana que nunca está satisfecha. La sociedad está ansiosa, buscando más y más, pero sin encontrar el contentamiento. Estar satisfecho es confiar en Dios más allá de lo que sucede, de lo que se dice, de lo que falta. Nuestra alegría no viene de lo que tenemos o somos, sino de Aquel que habita en nosotros.

El peligro de amar las riquezas

El texto continúa advirtiendo sobre el deseo desordenado de enriquecerse:

“Porque raíz de todos los males es el amor al dinero… se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores.” (1ª Timoteo 6:10)

Las cosas materiales no traen gozo. Sirven con propósito, sí, pero no son fuente de alegría. El verdadero gozo está en la presencia de Jesús, el Espíritu Santo habitando en nosotros.

Regocijarse en toda situación

Filipenses 4:4 exhorta:

“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”

No solo cuando las cosas van bien. Pablo lo aprendió en medio de la escasez:

“He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación… Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:11-13)

Jesús mismo aprendió obediencia por lo que padeció. Nosotros también debemos aprender a estar con gozo en todas las circunstancias.

Vestidos de salvación, rodeados de justicia

Isaías lo expresa con belleza:

“Me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia… mi alma se alegrará en mi Dios.” (Isaías 61:10)

Ese es el fundamento del gozo: la justicia hecha por Dios, el perdón de nuestros pecados, el anhelo de establecer su reino.

Pablo, aunque se sintió abandonado por los filipenses, no perdió su confianza. Porque la alegría no depende del reconocimiento humano, sino de la fidelidad de Dios.

El gozo nace de la obediencia y la verdad

La Escritura exhorta:

“No paguéis a nadie mal por mal… no seáis sabios en vuestra propia opinión… unánimes entre vosotros.” (Romanos 12:16-17)

Y también:

“Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos.” (Hebreos 12:7)

La disciplina trae madurez. El gozo no es una emoción superficial, es una actitud espiritual que brota de saber que somos hijos, perdonados, templos del Espíritu.

El gozo puede ser restaurado

Finalmente, el Salmo 51 pide:

“Hazme oír gozo y alegría, y se recrearán los huesos que has abatido.” (v.8)

Aunque haya abatimiento, aunque las circunstancias hayan golpeado, el gozo en Dios puede ser restaurado. Él ama la verdad en lo íntimo y nos da sabiduría.

Paso práctico para hoy:

Pide al Señor que te enseñe a estar contento con lo que tienes, y que tu alegría se afirme en su presencia, no en lo material.
Lee nuevamente 1ª Timoteo 6:6 y medita:
¿Estoy viviendo con piedad y contentamiento?

Oración final:

Señor, enséñanos a regocijarnos en ti siempre. Que tu Espíritu Santo nos llene, nos consuele, y nos ayude a vivir con gratitud y contentamiento. Que nuestra alegría no dependa de las cosas, sino de tu justicia y tu perdón. Amén.