La Paz sea en Jerusalén

Por José Jesús García - Devocional 30 de septiembre 2025.

Devocional de hoy

La Paz sea en Jerusalén

La paz empieza en nuestro interior

Cómo podremos dar paz si tenemos pleitos y contiendas en nuestro interior, si no nos sentimos contentos con nosotros mismos. Pero cuando Dios viene a tu vida, te da su amor, su contentamiento, y entonces te amas a ti mismo y tienes paz.

La paz sea contigo, Shalom! Señor, somos tu pueblo, adquiridos por tu preciosa sangre, grandes maravillas has hecho para hacernos hijos, pueblo tuyo y nos das la paz, tu shalom. Gracias!

Amar al pueblo de Dios, Israel

Dios me habla de amar al pueblo De Dios, Israel. Vivimos tiempos agresivos y violentos donde los medios de comunicación erosionan y engañan a la multitud. No estoy hablando de estrategias de guerras, pero nunca podemos dejar de amar al pueblo De Dios.

Dios llamó a Abraham a la tierra prometida, le llamaron el hebreo porque cruzó el gran Río Eufrates, y se fue lejos según el llamado De Dios y tuvo su hijo Isaac, y luego su nieto Jacob fue llamado Israel, porque luchó con el ángel del Señor y tuvo un encuentro con Dios ya que era engañador, manipulador, pero Dios lo transformó y le hizo un hombre nuevo.

Debemos orar por Israel en estos tiempos de violencia diabólica donde la comunicación quiere quitar la verdad y Dios tiene que traer revelación que no viene de las noticias de este mundo.

La paz debe empezar por su casa

Siempre han existido los enemigos de Israel, los filisteos no se cansaban de atacar al pueblo De Dios.

Salmo 122: “Yo me alegré con los que me decían: A la casa de Jehová iremos.” En los tiempos de fiestas solemnes del pueblo judío, debían ir al templo, a Sion, donde estaba el arca, el sacerdote. Porque el pueblo se alegra cuando va a la casa del Señor, buscando la unidad, la alabanza al Señor todos juntos, el gozo de estar en su casa.

“Nuestros pies estuvieron Dentro de tus puertas, oh Jerusalén. Jerusalén, que se ha edificado Como una ciudad que está bien unida entre sí.”

La paz en la convivencia

Israel no es un pueblo sólo judío, pero sí hay una cosa común y es la paz, la convivencia. No podemos vivir con contiendas, padres contra hijos, hermanos contra hermanos. No estamos para debatir, que no nos engañen las tinieblas.

La paz De Dios no es el buenismo de este mundo, llamar bueno a todo, sino reconocer el plan De Dios, amar a nuestros enemigos, pero no aceptar sus maldades ni participar de su pecado. Dios nos ha escogido de muchas naciones para ser un mismo cuerpo. Edificados como una ciudad, unidos, contentos.

“Y allá subieron las tribus, las tribus de JAH, Conforme al testimonio dado a Israel, Para alabar el nombre de Jehová.” “Pedid por la paz de Jerusalén; Sean prosperados los que te aman.”

Oremos por Israel, sin juzgar, porque a veces hacemos juicios injustos por no conocer. Cuántas veces, sólo de escuchas, dejamos de hablar a alguien.

Conozcamos realmente la historia de este pueblo, cómo fue escogido hace más de 2.000 años. Oremos por la paz de Jerusalén. El Señor nos recuerda que no es con espadas ni con ejércitos sino con su Espíritu. Cómo vamos a amar a nuestros enemigos, si no amamos a nuestro propio pueblo, porque el enemigo ha metido incredulidad, mensajes venenosos llenos de engaño.

Muchos tienen dudas con Israel. Tampoco podemos entender el amor tan grande del Señor pero sí sabemos que nos ama, sin merecerlo, pero nos ama.

“Sea la paz dentro de tus muros, Y el descanso dentro de tus palacios. Por amor de mis hermanos y mis compañeros Diré yo: La paz sea contigo. Por amor a la casa de Jehová nuestro Dios Buscaré tu bien.”

Protegiendo la paz del pueblo

El campamento De Dios debe estar amurallado, protegido de las flechas del enemigo, venga lo que venga debemos seguir amando al Dios de Israel, de Jacob y de Moisés u orar por la paz y el descanso dentro de sus palacios, de sus casas.

Tierra hermosa la tierra de Israel, tierra de frutos ricos, incluso allí el desierto florece. Dios bendice Israel, lo podemos leer en tantos versículos:

Números 24:5 “¡Cuán hermosas son tus tiendas, oh Jacob, Tus habitaciones, oh Israel! Como arroyos están extendidas, Como huertos junto al río, Como áloes plantados por Jehová, Como cedros junto a las aguas. De sus manos destilarán aguas, Y su descendencia será en muchas aguas. Enaltecerá su rey más que Agag, Y su reino será engrandecido.”

Allí brotan las aguas en una tierra seca, porque Dios les bendice. Donde hay agua hay vida y Cristo es la vida. Los que creen en el Señor de su interior correrán ríos de aguas vivas, no les faltará esa agua.

“Dios lo sacó de Egipto; Tiene fuerzas como de búfalo. Devorará a las naciones enemigas, Desmenuzará sus huesos, Y las traspasará con sus saetas.” “Se encorvará para echarse como león, Y como leona; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, Y malditos los que te maldicieren.”

Todos temen al león, pero si el león está saciado no te atacará, pero cuidado con atacar a sus cachorros, se encorvará para defender a sus hijos. Nosotros debemos defender a nuestro pueblo a nuestros hijos, con la oración.

Benditos los que bendicen al Dios de Israel, y malditos los que les maldicen.

Oración final por Jerusalén

Señor, te rogamos por la Paz de Jerulasén. Trae luz a nuestros corazones, disipa toda tiniebla y echa fuera las mentiras que han sembrado los malvados sembradores en contra de la verdad que eres Tú. Bendecimos a Israel.