La Fuente que Nunca se Agota

Devocional de hoy

La Fuente Que Nunca Se Agota

Todo en este mundo se desgasta. Nada material es eterno. Por eso, necesitamos el renuevo de Dios: cosas nuevas, frescas, vivas. A todos nos gusta estrenar, y el Señor es experto en hacer nuevas todas las cosas. Él no trae religiosidad ni cargas pesadas, sino vida abundante.

Dios hace cosa nueva

📖 Isaías 43:18-19
“No os acordéis de las cosas pasadas... He aquí que yo hago cosa nueva; pronto saldrá a luz... Otra vez abriré camino en el desierto, y ríos en la soledad.”
Mirar al pasado nos trae nostalgia y puede ser una excusa para no avanzar. “No voy porque antes me hirieron… No hago porque antes lo intenté y fracasé.” Dios trae ríos de aguas vivas. Esa agua que no se puede estancar. Dios quiere hacer algo nuevo. Quiere usar nuestras vidas para traer vida a huesos secos, renovar nuestros odres para recibir su vino nuevo. Aunque el cuerpo se desgaste, el espíritu puede renovarse cada día.

Un cántico nuevo para el Señor

📖 Salmo 98:1-2
“Cantad a Jehová cántico nuevo... Jehová ha hecho notoria su salvación.”
No se trata de cantos rutinarios, sino de expresiones frescas de gratitud. Destellos de luz.
Si venimos al altar sin expectativa, con la puerta cerrada, no veremos su gloria.
Jehová ha hecho notoria su salvación; A vista de las naciones ha descubierto su justicia.
Si eres un soldado que va a la batalla apocado, temeroso, triste, ya estás derrotado antes de pelear. Pero si te presentas ante el gigante como David, confiando en el Dios de sus padres, tienes la victoria asegurada. Seamos un pueblo vivo que no depende de las circunstancias que le rodean, sino llenos de la fe en Jesús, llenos de gozo, ánimo y renuevo.

Todas las cosas serán hechas nuevas

📖 Apocalipsis 21:4-6
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron.
Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas.
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida.”
Todos los días debemos beber de esa fuente de energía. Conocer que Él va a hacer cosas nuevas y tiene cuidado de nosotros. Saber vivir la escasez y abundancia porque estamos cerca de Él. No solo cuando va bien sino en cada circunstancia. Hay grietas, durezas, rupturas, infidelidades, desencantos, y es por falta del amor de Dios en nosotros.
Su agua no es para sorbos tímidos, sino para zambullirse en ella. No vivamos con gotitas de su Espíritu, sino en la abundancia de su manantial. En cada circunstancia —escasez o abundancia— Él está cerca.

Regocijarse siempre en el Señor

📖 Filipenses 4:4
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!”
El gozo es confianza. Es saber que después de la tormenta, el sol volverá a brillar. No te aferres a lo material. Él no viene a condenar, sino a bendecir.
Regocijarse es volver a gozarse. El gozo es confianza, contentamiento, sabiendo que después de la tormenta saldrá el sol. Bástate mi gracia, no te entristezcas cuando veas la cuenta bancaria temblando, la despensa medio vacía… muchos se aferran a lo material y con eso se hunden. Libérate y confía en el Señor agarrado a la cruz. Dios no viene a condenar ni a maldecir sino a bendecirnos.

Esperanza para el árbol cortado

📖 Job 14:7-9
“Porque si el árbol fuere cortado, aún queda de él esperanza; Retoñará aún, y sus renuevos no faltarán. Si se envejeciere en la tierra su raíz, y su tronco fuere muerto en el polvo,
Al percibir el agua reverdecerá, y hará copa como planta nueva.”
Seguimos viendo milagros en esta obra de cómo Dios sana vidas casi muertas, maltratadas, dañadas, tierras secas que cuando el agua del Señor se derrama, vuelven a florecer.
Somos como esos árboles que deben superar inviernos y tempestades.
Relaciones familiares que Dios puede restaurar. Corazones secos que necesitan agua de Cristo. DIOS HACE COSAS NUEVAS en ti.

Oración

Señor, gracias porque haces nuevas todas las cosas. Renueva mi mente, mi corazón, mi fe. Ayúdame a dejar atrás el pasado y a vivir con expectativa de lo nuevo que harás. Derrama tu agua viva sobre mi vida, y hazme florecer para tu gloria. Amén.