Innegociable: Orar Como Respirar

Por Sully López de Barra - Devocional 3 de agosto 2025.

Devocional de hoy

Innegociable: Orar Como Respirar

“Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.” — Colosenses 4:2

Perseverar en la oración

Seguir a Cristo tiene un precio, y uno de los mayores desafíos del discípulo verdadero es sostener una vida que refleje su entrega al Señor en cada área.

Hablaremos de algunas prácticas innegociables que marcan la vida de quien ha decidido seguir a Jesús de verdad: orar, alimentarse de la Palabra, ayunar, evangelizar, servir con amor, vivir bajo autoridad y algunas otras que son vitales. Estas no son acciones ocasionales, ni deberes religiosos, sino expresiones de una relación viva y constante con el Señor. No son añadidos, son el centro de la vida del discípulo.

Orar no es una obligación

A veces decimos frases como: “Tengo que orar más”, “Voy a orar”, o “Debo orar”, como si la oración fuera solo una obligación o una tarea por cumplir. Pero para el verdadero discípulo, la oración no es un deber; es una necesidad vital, tanto así como respirar.

Orar como respirar

Miguel Díez escribió la frase y libro "Orar como Respirar". Jonathan Edwards escribió:
"La oración es una expresión tan natural de la fe, como la respiración lo es para la vida."

Y es que el discípulo no puede vivir sin oración. Es a través de ella que respira el alma, que se fortalece el espíritu y que se mantiene viva la comunión con el Señor. Sin oración, no hay intimidad; y sin intimidad, no hay transformación.

Una relación continua con Dios

Nuestro Dios no es un Dios de domingo, ni de culto semanal. Él quiere ser el centro de nuestra vida, no un complemento. Quiere caminar con nosotros, hablar con nosotros, guiarnos, fortalecernos, consolarnos. Pero para ello, debemos permanecer conectados con Él. ¿Y cómo lo hacemos? Perseverando en la oración.

Siguiendo el ejemplo de Jesús

Jesús mismo se retiraba a solas para hablar con el Padre. ¿Cuánto más necesitamos hacerlo nosotros? La oración es nuestro momento íntimo con Dios, donde no solo pedimos, sino escuchamos, adoramos, agradecemos y nos rendimos.

Orar en todo momento

La palabra de hoy nos enseña que perseverar es ser constantes, no rendirse, insistir. Es orar al despertar, mientras caminamos, trabajamos, conducimos, lloramos o celebramos. Es entender que Dios siempre está disponible, nunca está sin señal, nunca sin cobertura, siempre esperando oír nuestra voz. No pierdas la oportunidad de hablar con tu Padre. No te alejes más de unos segundos de Él. Porque si te falta la oración, te falta el aire.

Oración final

Señor, gracias porque siempre estás disponible para mí, con oídos atentos y corazón abierto. Enséñame a orar no como un deber, sino como una necesidad, como el aire que necesito para vivir.

Que mi comunión contigo sea constante, verdadera y profunda. Que en mi vida, orar sea tan vital como respirar. Que no pase un día sin hablar contigo. Que no haya momento en que no te tenga presente. Señor, me aferro a ti: haz que la oración sea para mí una práctica innegociable, ayúdame a orar como respirar. Amén!