- Devocionales Cuerpo de Cristo
- Posts
- Heridas Cercanas, Corazón Maduro y Firme
Heridas Cercanas, Corazón Maduro y Firme
Por Sully López de Barra - Devocional 15 de septiembre 2025.

Devocional de hoy
Heridas Cercanas, Corazón Maduro y Firme
“Porque no me afrenta un enemigo, lo cual habría soportado; ni se alzó contra mí el que me aborrecía, porque me hubiera ocultado de él; sino tú, hombre, al parecer íntimo mío, mi guía y mi familiar, que juntos comunicábamos dulcemente los secretos, y andábamos en amistad en la casa de Dios.”
Salmo 55:12-14
Hay heridas que no vienen del enemigo, sino de quienes más amamos. Así como David, también nosotros enfrentamos choques frontales al corazón, cuando personas cercanas nos hieren, nos decepcionan o traicionan. No es un enemigo declarado quien nos duele, sino el amigo, el hermano, el compañero de oración. Y eso es lo que más cuesta procesar.
El golpe inesperado
A veces, estos golpes nos toman por sorpresa: todo iba en paz, hasta que algo estalló sin aviso. Una discusión, un malentendido, una traición... y de pronto sentimos que se nos rompe algo por dentro. Queremos defendernos, explicarnos, restaurar... pero también nos invade el dolor, el desánimo o la impotencia.
Responder con madurez
En medio de estas situaciones, la madurez espiritual nos enseña a responder, no a reaccionar. A no dejarnos arrastrar por la herida, sino a mantenernos firmes en el amor, la fe y la confianza en Dios. Porque Él conoce lo profundo del corazón y sabe que, aunque no siempre lo hacemos perfecto, nuestro deseo es agradarle y vivir en paz con todos.
Expectativas y juicios
Hay personas que esperan que demos más de lo que podemos dar, que actuemos como si fuéramos perfectos, que jamás fallemos ni mostremos debilidad. Y cuando no cumplimos esas expectativas, nos juzgan o hieren con sus palabras o actitudes. Pero la madurez nos lleva a entender, perdonar, y pasar sin permitir que el dolor se quede anclado en el alma. No por indiferencia, sino por sabiduría. Porque guardar el corazón es parte de nuestro llamado.
Dios, nuestro respaldo
El enemigo es acusador, manipulador, experto en usar personas o circunstancias para robarnos la paz. Pero Dios es nuestro respaldo. Él no se ha ido. Él nos defiende. Y aunque a veces nos sintamos vulnerables, tenemos la certeza de que Dios nos ama, nos ve, y peleará por nosotros.
Cuando más avanzamos, más ataques llegan
No es casualidad que justo cuando estamos avanzando, sirviendo, creciendo, aparezcan estos momentos de choque emocional. El enemigo sabe que una herida en el alma puede hacer más daño que mil ataques externos, porque ataca lo que somos, no lo que hacemos.
El reto de mantener el amor
Lo más difícil en estos momentos es mantener el amor. Pero no el amor fingido, sino el amor que decide no endurecerse, que no guarda rencor, que no se aísla ni se venga, sino que sigue creyendo, confiando, y dejando todo en manos del Señor, eso es madurez espiritual, eso es confianza plena en el Señor.
Oración final
Señor, gracias porque me enseñas a madurar incluso a través del dolor. Ayúdame a no dejar que las heridas me endurezcan. Quiero guardar mi corazón, perdonar con libertad, y mantener firme mi amor por ti. Tú eres mi defensor y mi paz. Todo lo pongo en tus manos, ¡amén!
