Fe, paciencia y esperanza en la vida cristiana

Devocional de hoy

Fe, Paciencia y Esperanza en La Vida Cristiana

¿Por qué Dios permite las tragedias? El propósito del sufrimiento y la paciencia

Porque el hombre quiere perderse, y Dios le quiere salvar y llama al arrepentimiento, despierta las conciencias y demuestra lo fácil que es perder la vida, y lo importante que es, estar preparados. A todos nos toca sufrir y a veces el sufrimiento es merecido, pero si sufrimos por amor, eso hace tesoro en el cielo, lo que sufrió Cristo y los apóstoles, es un privilegio que Dios permite.

Hemos de ser conscientes de que tenemos que sufrir o para muerte o para vida, si sufrimos con y por Cristo, es para vida. La paciencia se aprende con el sufrimiento en paz y con gratitud. Dios no quiere las cosas a medias y por eso nos pone en pruebas con las que aprendemos paciencia.

Sacrificio, fe, esperanza y la paciencia como fruto del Espíritu

El ego humano no quiere sacrificio por nada ni nadie, pero Jesús dijo que el que no renuncia, que no toma la cruz y le sigue al calvario, el que quiera salvar su vida la perderá. La fe produce esperanza, pero la fe sin paciencia lleva a la precipitación, pierde la confianza y reacciona con carne y sentimientos egoístas. El ser humano de nuestra época es muy impaciente y odia el sacrificio, pero no puede haber fruto sin él.

Dios sacrificó a su Hijo por nosotros…

A los ungidos de Dios nunca les falta la paciencia porque es un fruto del Espíritu.

La paciencia es un árbol de raíz amarga pero de frutos dulces (Proverbio persa).
1ª Tesalonicenses 5, 14-16.- Rogamos que amonestéis a los ociosos, alentéis a los de poco ánimo, sostengáis a los débiles, y seáis pacientes con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús.

Paciencia en la adversidad y la carrera de la fe

A los enfermos se les llama pacientes, porque sufren con paciencia la enfermedad. Los que perseveran sin queja ni amargura tienen más posibilidad de sanación. Horacio dijo: lo que no se puede evitar, hay que llevarlo con paciencia.

Romanos 5,3.- Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo.

Obediencia y paciencia son buena ciencia (refrán español).

Hay medidas para todo: más fe, más gozo, más paz... y también para la paciencia.

La salvación, aunque gratuita, se gana con paciencia.

Paciencia para la salvación y la perseverancia hasta el fin

Lucas 21,19.- Con vuestra paciencia ganaréis vuestras almas.
Santiago 5,7.- Tened paciencia hasta la venida del Señor.

Es necesaria la perseverancia, como le dice el Señor a la iglesia de Filadelfia en

La voluntad de Dios es que lleguemos hasta la meta sin salirnos del camino, por lo que debemos aprender paciencia y perseverar hasta el fin.

Oración final

Señor danos las fuerzas para sostenernos firmes, obedientes y fieles, perseverando en tu voluntad que es perfecta y aprendiendo paciencia, con tu gracia y en tu poder todo es posible.