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El Dolor que nos Acerca a Dios
Por Javi Jiménez - Devocional 20 de Octubre 2025.

Devocional de hoy
El Dolor que nos Acerca a Dios
El sufrimiento
Quiero abordar un tema difícil de entender para el cristiano. Y es el el problema del dolor, el problema del sufrimiento. Me puedo considerar después de algunos años de lucha, de trabajo y de experiencia, haber pasado por bastantes dificultades, problemas y sufrimientos. Cuando tenía veintitantos años perdimos un hijo. Hemos pasado problemas de enfermedad cercanas a la muerte, crisis económicas, crisis personales, traiciones, golpes de todos los aspectos.
Pienso que de los sufrimientos más grandes que se pueden catalogar es la pérdida de un hijo. De hecho, laque pierde un marido se llama viuda, el que pierde un padre se llama huérfano. Pero el padre que ha perdido un hijo, no conozco la palabra que define ese dolor.
Hay un evangelio falso que nos promete una vida sin dolor, sin sufrimiento y de éxito.
Sin embargo el Señor nos prometió y nos dijo que Él iba a estar con nosotros en todas las circunstancias y tribulaciones. Él nos prometió que Él iba a capitalizar el dolor y el sufrimiento que pasáramos en él y por causa del evangelio.
La Palabra de Dios dice que el que quiera vivir piadosamente sufrirá tribulación. A PAblo le dijo: te voy a enseñar cuánto vas a padecer por causa de mi nombre. Entonces el Evangelio no nos promete un éxito total, definitivo y alejado del sufrimiento, sino nos promete éxito en el sufrimiento y que todas las cosas redunden y obren para bien. Y que lleguemos al final de nuestros días, sin amargura, sin odio, sin reproche, sin levantar el puño al cielo, sin reprochar a los demás. Pero cuánta gente vive amargada. Uno de los problemas más grandes de la vejez es llegar con un corazón sano. Cuando uno se hace viejo, puede llegar muy fatigado, cargado, muy golpeado, con el corazón lleno de llagas, heridas, amargura.
El sufrimiento tiene un poder liberador.
Quiero decir que nos libera de muchas cosas superfluas. Nos lleva a concentrarnos en las cosas que son importantes y eternas. Si tenemos la luz y la claridad de Dios, nos permiten ver las cosas desde una perspectiva eterna. Y entonces, todos los dolores y sufrimientos por los que hemos pasado, NO han dejado en nosotros un poso de amargura, de odio, de rencor o de sentimiento, de fracaso, sino ha ido dejando un poso de bendición, de haber visto la mano de Dios fielmente a nuestro lado, como Él ha curado nuestras heridas, cómo ha sanado nuestro corazón. Así que, en medio del dolor y sufrimiento, él estaba ahí presente. Ahora, el gran problema del sufrimiento es que no lo aceptamos. Tenemos un odio instintivo al dolor, al sufrimiento y a la muerte. Tenemos un diseño que nos lleva a sobrevivir, a huir de todo aquello que produce dolor. El dolor no es otra cosa que algo que nos resta oportunidades de gozar, de disfrutar. Pero son oportunidades que Dios nos da para que disfrutemos mucho más y mejor, una vez que Él nos restaura y nos reconstruye.
Siempre el gozo después del dolor, es mucho mayor.
Valoramos más las cosas después del dolor del parto. Y después del parto, viene el consuelo al ver a tu hijo. La consolación es fundamental en el dolor. Sino, queda una herida, una cicatriz fea. Cuando hay consolación, queda una cicatriz que no es fea, muestra un rostro que ha sufrido, pero tiene la impronta de alguien que lo ha pasado en victoria y es lo que Dios quiere a través de todas las situaciones.
Oración
Señor, no queremos ofenderte en medio del dolor y sufrimiento. Por eso guarda nuestros corazones de toda amargura y resentimiento, para salir victoriosos de toda aflicción y tribulación, porque sabemos que todo sirve para bien a los que te Aman, Y YO TE AMO SEÑOR.

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