Discípulos que Permanecen: Fidelidad en Cada Paso

Devocional de hoy

Discípulos que Permanecen: Fidelidad en Cada Paso

Los que decidieron permanecer

Después de todo lo vivido con Jesús, milagros, enseñanzas, persecución, cruz y resurrección, once hombres y varias mujeres permanecieron. No fueron perfectos: dudaron, huyeron, se equivocaron. Pero al final, decidieron quedarse, obedecer y esperar.
Esperar la promesa.
Esperar el poder.
Esperar la dirección del Espíritu Santo.

Discípulos transformados

No buscaron protagonismo. No intentaron vengarse de quienes mataron a su Maestro. Tampoco se aislaron para siempre del mundo.
Ellos, transformados por el amor de Cristo y llenos del Espíritu Santo, se convirtieron en testigos.
Dieron su vida por el evangelio. Anunciaron las buenas nuevas hasta los rincones más lejanos del mundo conocido.

Cada uno fue diferente:

• Pedro, impulsivo y restaurado.

• Juan, tierno y fiel.

• Tomás, que dudó, pero luego creyó firmemente.

• Felipe, Andrés, Bartolomé, Mateo, y los demás…

Todos con historias distintas, pero un mismo corazón: siempre fieles al Maestro.

El legado que nos inspira

Este es el legado de los discípulos que permanecieron.
Nos recuerdan que Dios no busca perfección, sino disposición.
Corazones que se queden. Que esperen. Que obedezcan. Que confíen, aunque no entiendan todo.
Que estén dispuestos a ser llenos del Espíritu Santo para impactar el mundo, corazones que laten de amor por el Señor cada día de sus vidas.

El llamado para nosotros hoy

Hoy, nosotros también somos llamados a permanecer.
A ser discípulos que no abandonan su fe cuando el camino se vuelve difícil.
A esperar, orar y ser testigos en este mundo.
A reflejar, como ellos, el poder de una vida transformada por Jesús.

Discípulos que aman al Señor profundamente, no por sus beneficios, sino con un amor intenso hacia Él, por lo que Él es.

Conclusión y oración final

Que cada versículo, cada enseñanza que el Señor nos ha dado, quede sellada en nuestros corazones para ser cada día verdaderos discípulos de Cristo: valientes, osados, fieles, que perseveran y que esperan con gozo la gloriosa venida de nuestro Salvador Jesucristo.

Oración:

Señor Jesús, gracias por el ejemplo de aquellos discípulos que permanecieron. Aunque fueron débiles, Tú los fortaleciste. Aunque dudaron, Tú los llenaste de fe. Haz lo mismo con nosotros. Llénanos de tu Espíritu, danos un corazón fiel y una pasión encendida por Ti. Queremos ser testigos valientes y verdaderos discípulos en este tiempo. Amén.