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Dios es Poderoso
Por José Jesús García - Devocional 19 de Octubre 2025.

Devocional de hoy
Dios es Poderoso
En Cristo vivimos de victoria en Victoria. Pero quien NO es conmigo, es contra MÍ, Contra el Señor. Un adversario que no está de acuerdo y no quiere caminar conmigo, es mi enemigo.
La batalla del creyente
Tenemos que pelear esas buenas batallas para que Dios nos de sus victorias. Debemos posicionarnos y levantar la voz.
Y la oración es el arma poderosa para declarar que Dios es con nosotros.
Te identificas en unos tiempos cobardes donde la verdad está escondida, donde la multitud corre por modas y engaños y se dejan llevar por corrientes de mentiras.
Pero debemos posicionarnos y entonces comienza una batalla.
Vivimos tiempos donde parece que el cristiano se debe llevar bien con todos, todo vale, se deben mantener en un punto neutral, y no es así, porque el que no es conmigo es contra mí.
Debemos estar identificados, levantamos las manos los valientes, Nuestra Bandera debe estar bien alta.
No podemos bajar la guardia, siempre velando vestidos con su armadura.
¿Qué adversarios tiene Dios?
Aquéllos que van en contra de su voluntad. Satanás viene a matar, robar y destruir.
Muchos hemos venido abatidos, y el Señor nos ha restaurado, sanado y nos ha llevado a sus filas. Levantar oración es un paso de fe, de valentía. La primera vez que nos toca levantar la oración en alto es una gran batalla, porque te posicionas y dices en alto:
¡Yo y mi casa serviremos al Señor!
No darle tregua a los enemigos
“Perseguí a mis enemigos, y los alcancé, Y no volví hasta acabarlos.”
Salmo 18:37
No darle tregua a nuestros enemigos, no es contra carne ni sangre: el alcohol, el tabaco, la adicción, la fornicación, la pornografía, la masturbación son estos enemigos y muchos están derrotados por esos ejércitos. Sólo el Señor te puede librar de esos enemigos.
Cuando nosotros entramos en ese proceso de que Dios te dice: ponte detrás de mí, alístate en mi ejército, sé mi soldado, entonces Él te cubre y te da la gracia para derribar a sus contrarios.
No caigamos en el buenismo
No caigamos en el buenismo de que no pasa nada.
El pueblo De Dios en tiempos de Saúl había caído en desgracia porque todos estaban ante Goliat aterrados, sin autoridad, pero David siendo un niño le cortó la cabeza en el nombre del Señor.
Perseguí a mis enemigos y los alcancé y no paré hasta acabarlos.
Y cuántas veces dejamos por la mitad el trabajo del Señor.
Hay que cortarle la cabeza a Goliat, no dejarlo medio muerto.
El enemigo cuando tú duermes él no duerme, sino que maquina para hacerte daño.
Los valientes y violentos arrebatarán el Reino
El otro día hablé con un soldado ucraniano que desertó de la guerra, adicto a las drogas y arrepentido de haber abandonado la guerra.
Decía que el valiente muere en las trincheras pero en Jesús NO es así.
“Los herí de modo que no se levantasen; Cayeron debajo de mis pies.”
Salmos 18:38
Había muchos pueblos enemigos de Israel.
Los madianistas y amalecitas se juntaban para robarles las cosechas y sus ganancias.
Esperaban ese tiempo de bonanza y entonces les acosaban porque el pueblo De Dios había perdido el temor a Dios, se habían vuelto a falsos dioses.
Prohibido el pecado en nuestras casas
“Aquel día se leyó en el libro de Moisés, oyéndolo el pueblo, y fue hallado escrito en él que los amonitas y moabitas no debían entrar jamás en la congregación de Dios.”
Nehemías 13:1
La casa De Dios es nuestro corazón y allí no deben entrar los enemigos del Señor, no aceptamos el pecado dentro de nuestras murallas.
No dejemos que entren esos amonitas en nuestras vidas que pueden ser el desánimo, la mentira, la tristeza, la queja….
“Por cuanto no salieron a recibir a los hijos de Israel con pan y agua, sino que dieron dinero a Balaam para que los maldijera; mas nuestro Dios volvió la maldición en bendición.”
Tengamos claro que el poder está en Dios con nosotros. Pero cuidado con los amigos carnales que no tienen al Señor en sus vidas y vienen con humanismo, sentimentalismo, tibieza, con malos consejos, y dejamos entrar a esos amalecitas en nuestras casas.
Acerquémonos a los que nos dan pan y agua, que nos bendicen, que pertenecen a esa orden de Melquisedec, consagrados al Señor. Debemos posicionarnos y saber quién te trae bendición. Porque si no, traerá maldición.
No nos aliemos con pueblos enemigos que traen maldición y poco a poco van erosionando tu corazón, como le pasó a Sansón, que sus enemigos sólo buscaban matarle, hasta que encontraron su debilidad, la mujer. La mujer debe ser esa ayuda idónea que te impulsa, te apoya, pero tiene mucha fuerza y puede ser una vela que te impulsa de victoria en victoria, o un ancla de la carne que te roba la visión y el gozo de servir al Señor.
También hay muchos hombres sin autoridad, que están a las faldas de la mujer sin poder. Y Dalila le quitó los ojos a Sansón y le dejó ciego y dando vuelta a una rueda de molino. En el mundo, cuántos hombres han acabado así dando vueltas, por mujeres como Dalila.
SEAMOS MUJERES SABIAS.
Aún queda mucho por hacer
Muchos llegaron a un momento de sus vidas que parece que ya está todo terminado, ya no hay más que avanzar.
Josafat restauró el templo, puso orden, disciplina, temor y temblor, tiró altares a falsos dioses, antes de buscar un ejército de mercenarios, empezó a restaurar el sacerdocio buscando la santidad.
A veces buscamos fortalecernos en lo natural, en el trabajo, en lo económico, pero nuestra fuerza está en el Señor y todos sus enemigos temían a Josafat.
El poder de la santidad
“Y se animó su corazón en los caminos de Jehová, y quitó los lugares altos y las imágenes de Asera de en medio de Judá.
Y cayó el pavor de Jehová sobre todos los reinos de las tierras que estaban alrededor de Judá, y no osaron hacer guerra contra Josafat.”
2 Crónicas 17:6 -10
Cayó pavor! Cuando estás lleno del Señor las tinieblas huyen, tienes el respaldo del Todopoderoso, siendo siempre luz, y tu copa rebosando.
No hay arma forjada que prevalezca contra ti, no hay victoria del enemigo, porque todo lo puedo en Cristo.
Y así, los enemigos no se atrevieron a ir contra Josafat.
La guerra es de Dios
El enemigo huirá, pero también volverá a intentarlo, y por eso no podemos bajar la guardia, porque viene a ver cómo está tu campamento. Y se juntaron muchos enemigos contra Josafat. Y no es la fuerza de tus enemigos contra ti si es Dios contigo.
“Pasadas estas cosas, aconteció que los hijos de Moab y de Amón, y con ellos otros de los amonitas, vinieron contra Josafat a la guerra.
2 Crónicas 20:1
Y dijo: Oíd, Judá todo, y vosotros moradores de Jerusalén, y tú, rey Josafat. Jehová os dice así: No temáis ni os amedrentéis delante de esta multitud tan grande, porque no es vuestra la guerra, sino de Dios. No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros.
Oh Judá y Jerusalén, no temáis ni desmayéis; salid mañana contra ellos, porque Jehová estará con vosotros.
2 Crónicas 20:15-17
Y cuando se levantaron por la mañana, salieron al desierto de Tecoa. Y mientras ellos salían, Josafat, estando en pie, dijo:
Oídme, Judá y moradores de Jerusalén. Creed en Jehová vuestro Dios, y estaréis seguros; creed a sus profetas, y seréis prosperados.
Y habido consejo con el pueblo, puso a algunos que cantasen y alabasen a Jehová, vestidos de ornamentos sagrados, mientras salía la gente armada, y que dijesen:
Glorificad a Jehová, porque su misericordia es para siempre.
Y cuando comenzaron a entonar cantos de alabanza, Jehová puso contra los hijos de Amón, de Moab y del monte de Seir, las emboscadas de ellos mismos que venían contra Judá, y se mataron los unos a los otros.
Porque los hijos de Amón y Moab se levantaron contra los del monte de Seir para matarlos y destruirlos; y cuando hubieron acabado con los del monte de Seir, cada cual ayudó a la destrucción de su compañero.”
2 Crónicas 20: 20-23
