¿Cuál es tu propósito en esta tierra? El llamado urgente del Evangelio.

Devocional de hoy

¿Cuál es Tu Propósito en esta Tierra?

En Lucas 4:16-21, vemos a Jesús entrando en la sinagoga de Nazaret y leyendo un pasaje del profeta Isaías. Allí mismo declara su propósito:

Con esa afirmación, el Señor revela la misión que había recibido del Padre: dar buenas nuevas, sanar corazones quebrantados, liberar a los cautivos y oprimidos, y proclamar el año agradable del Señor.

Pero Jesús no se quedó solo en eso. Al terminar su obra en la tierra, dejó a su iglesia como testigo vivo, con el mismo reto: continuar su propósito. Hoy somos nosotros los escogidos para manifestar su reino y su justicia, llevando esperanza, sanidad y salvación.

Dios nos reta a vivir en propósito

El Señor nos habla a través de su Palabra y por medio de hermanos llenos del Espíritu. El propósito divino no es opcional para los hijos de Dios. Fuimos ungidos para algo más grande que nuestras propias vidas. Así como Daniel perseveró en oración a pesar de la guerra espiritual, también nosotros debemos insistir, confiar y no desmayar. La respuesta llegará.

La unanimidad fue clave en los primeros discípulos (Hechos 2). No basta con estar “juntos”, necesitamos estar “unánimes”, con una misma mente, un mismo espíritu y una sola visión. Aunque separados por distancia, si estamos alineados con el propósito del cielo, veremos victoria espiritual.

El poder del Espíritu nos capacita

Estamos llamados a experimentar el estruendo del Espíritu, esa llenura que nos empuja a predicar con poder, no solo con palabras. El evangelio debe ir acompañado de milagros, señales y prodigios. Pablo lo decía con firmeza: no venía con sabiduría humana, sino con la demostración del poder de Dios.

Una experiencia personal lo confirma. En medio de tristeza y ataques espirituales, en un momento de quebranto, Dios mostró su cuidado de una forma inesperada: mediante una pesca milagrosa en Miami. A través de una simple oración y una caña de pescar, el Señor respondió. Los peces fueron una señal concreta de que Él estaba presente, escuchando, obrando.

Dios se revela a través de lo cotidiano para recordarnos que somos sus siervos, que estamos en Su plan.

Somos parte del avivamiento que viene

Pedro vivió un avivamiento poderoso: 3.000 almas se convirtieron en un día, los enfermos eran sanados, los muertos resucitados, y hasta su sombra tenía unción. Hoy, el mismo Dios nos llama a ser parte de un mover parecido. Estamos a las puertas de un avivamiento mundial. Somos las primicias. La lluvia está por venir.

Jesús dijo que el evangelio del Reino será predicado en todo el mundo y entonces vendrá el fin (Mateo 24:14). Por eso, el mandato sigue vigente:

Las señales seguirán a los que creen. Pero primero, debemos creer.

Paso práctico para hoy

Haz una oración específica hoy. No generalices. Pídele a Dios que te use para cumplir su propósito. Ora con fe y espera una señal de su parte. Busca la unanimidad con otros creyentes. Únete en visión y en misión. Comparte el evangelio, aunque sea con una sola persona hoy.

Oración final

Señor, gracias por haberme llamado, ungido y enviado. Hazme sensible a tu voz, firme en tu propósito, valiente en la predicación. Que tu Espíritu Santo me llene, me impulse y me transforme. Ayúdame a vivir no por vista, sino por fe. Que tu poder se perfeccione en mi debilidad. Amén.