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Afilar el bisturí espiritual.
Por Miguel Díez - Devocional 31 de julio 2025.

Devocional de hoy
Afilar el Bisturí Espiritual
La palabra que Dios me ha dado para hoy es AFILAR, afilar el bisturí para tener precisión, en la circuncisión es necesario ser muy preciso para hacer la limpieza del prepucio sin dañar.
Así es el bisturí de la predicación, debe quitar todo prepucio de avaricia, mundanalidad, que no crezca ningún deseo carnal, ni concupiscencia, limpieza diaria, que no quede nada de la vieja vida porque un poco de levadura leuda toda la masa. Limpieza diaria de nuestros prepucios.
La sabiduría como filo afilado
Eclesiastés 10:10
Si se embotare el hierro, y su filo no fuere amolado, hay que añadir entonces más fuerza; pero la sabiduría es provechosa para dirigir.
¿Por qué compara afilar el hierro con la sabiduría? Porque el hierro es la espada que separa del alma lo que es de Dios y lo que es de la carne, el evangelio es radical, muerte al mundo… ¿Te has dejado matar o sigues en dos caminos? ¿Quieres seguir disfrutando del mundo y un poco de religión en los cultos?
Que Dios nos parta el alma con su espada, la circuncisión es dolorosa pero es necesaria para vivir llevando la cruz de Cristo.
Religión o espada afilada
Si el hierro está bien afilado es sabiduría… Si no usamos la espada cortante y afilada hay que hacer más fuerza, entonces la vida espiritual se convierte en religión, en esfuerzo humano. Afila bien la espada para tu familia, para tus hijos, si no le has puesto la vara bien recta cuando es joven, el arbolito crece torcido y ya no lo podrás enderezar de mayor.
Hebreos 4:12-13
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.
La espada desnuda el alma, nos deja en la luz, al descubierto y podemos pedir ayuda a Dios para que nos limpie.
Cuando no hay herreros
Mira qué tragedia sufrió Israel, y qué triste lo que le pasa también a la iglesia.
1 Samuel 13:19-23
Y en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero; porque los filisteos habían dicho: Para que los hebreos no hagan espada o lanza. Por lo cual todos los de Israel tenían que descender a los filisteos para afilar cada uno la reja de su arado, su azadón, su hacha o su hoz. Y el precio era un pim por las rejas de arado y por los azadones, y la tercera parte de un siclo por afilar las hachas y por componer las aguijadas. Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían. Y la guarnición de los filisteos avanzó hasta el paso de Micmas.
Es necesario pastores herreros, que tengan la espada bien afilada, el enemigo nos quiere quitar los buenos herreros que afilen las armas.
Tenían que ir a los enemigos para que les afilara las herramientas, y así los enemigos controlaban sus armas, y la iglesia de hoy va a la sabiduría del mundo para afilar su espada: a la psicología, la psiquiatría, la política… Es el orden mundial el que les afila la palabra, la espada; es la mente del mundo la que predica en muchos púlpitos. Y los enemigos crecían y se extendían, así la iglesia se llena de tibios manipulados por los enemigos de Dios.
Dios también afila su espada
Deuteronomio 32:39-41
Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo sano; y no hay quien pueda librar de mi mano. Porque yo alzaré a los cielos mi mano, y diré: Vivo yo para siempre, si afilare mi reluciente espada, y echare mano del juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré la retribución a los que me aborrecen.
Dios tiene el hacha bien afilada, no es poca cosa caer en manos del Dios vivo. Nosotros tenemos que tener afilada el hacha también.
Preparadores del camino
Que Dios ponga sus deseos en nuestro corazón, y en nuestra mente, que no crezca ninguna vieja levadura ni los prepucios de la carne. Salgamos de aquí con el propósito de ser preparadores del camino al Señor, buenos herreros afiladores de espadas para cortar prepucios.
Oración final
Señor, tú quieres hacernos perfectos, es tu plan, no es el nuestro, y vas a hacerlo. Que no estorbemos con nuestra incredulidad y amor al mundo, que tu espada siga separando lo carnal de nuestras vidas y te pedimos perdón. Sigue cortando, partiendo el alma, haz lo que tengas que hacer, aunque nos duela. No permitas que nos desviemos de tu voluntad, que no te deshonremos.
